Una vida dura hace llegar a la mente la reflexión mucho antes que una vida llena de facilidades.
12 años y ya había problemas, problemas familiares, trabajo, dinero, drogas... empezaba bien su adolescencia...
Se sigue esforzando día a día para no decaer y conseguir una vida mejor, años ayudando a su hermano mayor a salir del infierno de las anfetaminas, no lo ha dado por perdido, pero todo tiene un fin.
Años llevando una carga moral y social mucho mayor a la que por su edad debía soportar, pero nunca se quejó ni reprochó a nadie por ello.
Cansada ya, llegado el día dio un paso al frente y se despidió con el corazón; en su vida habían ocurrido muchos estragos, pero sabía que 9 pisos abajo le esperaba su último disgusto, o pensándolo mejor, su necesitado alivio.
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