viernes, 26 de febrero de 2010

Singular evolución

Iban paseando por la calle, un caminar tranquilo, liviano y con toques saltarines, aquella era la sombra que se podía observar desde la otra acera; lo enroscó y disparó, el retroceso era menor con el silenciador puesto, eso si era algo novedoso, y no el ver al portador de la bala desplomarse delante suyo al tiempo que su acompañante gritaba de incomprensibilidad.

El crujir de la puerta hizo que los pajarillos cantaran esperando su llegada.

Maletín negro en mano, guantes de cuero, sombrero y gabardina, aquel era un tipo con clase, lo que su entorno diurno no llegaba a vislumbrar era el ansia de poder que irremediablemente vencía a la razón de aquel hombre.

En la actualidad así era la vida del señor de negro, pero esto no siempre fue así, comenzando por el hurto -un ladrón de pacotilla-, venta de drogas, llegando hasta el asesinato por dinero.

Entre el selecto grupo de personas que le conocían bajo la luna, tenía fama de ser uno de los sicarios más letales que había, sin duda esa fama no se la ganó con su amado azar.

Lo veía como si el fuera un emprendedor, tal que el obrero evoluciona hasta ser jefe de una pequeña empresa, tal que el ladrón de barrio aspiraba a "evolucionar" hasta ser dueño y señor de la mafia de una pequeña metrópolis.

Estaba en el camino correcto, el dinero aumentaba exponencialmente mientras ganaba adeptos, no podía dejar pasar SU oportunidad de triunfar.

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